impresión-offset

Los fondos u otras superficies negras, de mayor o menor tamaño, constituyen un recurso muy habitual que los diseñadores utilizan en la creación de soportes gráficos. Ejemplos típicos son: cubiertas de libros, páginas de cortesía, fondos para textos calados en blanco y fondos en general, que pretenden dar una imagen visual de gran fuerza, gracias al contraste que ofrecen los elementos colocados sobre un fondo negro. Sin embargo, muchas veces el resultado de la impresión offset, es decepcionante, debido a que la fuerza e intensidad del negro no corresponde a lo que se tenía en mente.

Esto se debe a que la tinta negra utilizada en el proceso de impresión offset, no suele ser tan opaca ni tan oscura como nos gustaría, además de que en el proceso de impresión offset, el emulsionado con el agua de mojado puede provocar una ligera baja en el tono.

Por otro lado, la necesidad del maquinista de aplicar una capa de tinta tan fina como sea posible, para evitar el empastado de las tramas, provoca que siempre se esté trabajando en la densidad de impresión/ganancia de estampación. Por ello, el diseñador debe de tener presente estos aspectos a la hora de preparar sus archivos de cara a la imprenta, y tener en cuenta que para obtener la intensidad de negro deseado debe de actuar sobre la composición del color en el programa de diseño. Una manera de lograr un buen resultado de intensidad de negro es: crear un negro con una cama de un 50-60% de cyan, es decir, un color que se componga de 100% de negro y 50% de cyan.

Esta combinación permite lograr un negro más intenso que el que la tinta negra por sí misma es capaz de ofrecer, al tiempo que no provoca problemas en producción por un excesivo recubrimiento de tinta, algo que sí ocurre si el negro se genera mediante la suma, en porcentajes elevados, de las cuatro tintas. Esto último es habitual al generar negros en Photoshop, que pueden provocar recubrimiento de tinta (suma de porcentajes) superiores a lo que el papel o el sistema de impresión admiten bajo condiciones controladas (habitualmente entre 300-340%).